lunes, 19 de abril de 2010

PARKINSON


James Parkinson en 1817 la definió como "movimientos temblorosos involuntarios con disminución de la fuerza muscular, en zonas que no están en actividad; propensión a inclinar el tronco hacia adelante y a pasar de la marcha a la carrera, mientras que los sentidos y el intelecto permanecen inalterados".
Causas
Se ha observado en grupos familiares, habitualmente tiene un carácter esporádico y es de causa desconocida.

Síntomas
• La postura encorvada.
• Rigidez y lentitud de los movimientos.
• La inexpresividad facial.
• Pasos rápidos y torpes, y con una aceleración excesiva como si quisieran atrapar su centro de gravedad, que va por delante de ellos.
• Temblor rítmico de los miembros que remiten con los movimientos voluntarios. Puede afectar a piernas, labios, lengua y musculatura del cuello. De aquí que normalmente se vean afectados tanto el habla como la escritura.
• Se observa demencia en las fases avanzadas de la enfermedad.
Estos síntomas impiden la realización normal de actividades. También sufren una pérdida de la capacidad que poseen las personas sanas para efectuar pequeñas variaciones automáticas y espontáneas de la postura, al hacer cualquier actividad o al adoptar distintas posiciones.

Terapia física:

El descubrimiento de fármacos eficaces contra esta enfermedad, como la Levodopa, y la integración del paciente dentro de un programa de rehabilitación posibilitan que este lleve una vida aceptable e integrada en la sociedad.
• Ejercicios que mejoren la fuerza muscular, coordinación y destreza, disminuyan la rigidez y eviten las contracturas por desuso de los músculos.
• Ejercicios para mejorar la movilidad articular, como caminar.
• Ejercicios de estiramiento para que las estructuras musculares sean lo más flexibles posible.
• Ejercicios posturales para intentar retrasar al máximo la tendencia de la inclinación del tronco y cabeza.
• Técnicas especiales para la marcha, con el fin de superar las alteraciones de la misma y la tendencia antes mencionada. Desde el principio se conciencia al paciente que debe caminar lo más erecto posible, mirar hacia adelante y abriendo un poco los pies para aumentar su base de sustentación y su estabilidad, hay que combinar la oscilación de los brazos y levantar los pies.
• El ritmo y velocidad de los ejercicios deben ser moderados, así se puede ayudar con músicas que tengan un ritmo adecuado y le facilite la realización de los ejercicios.
• Coordinar las actividades con ejercicios respiratorios, que van a llevar a que el paciente tenga más aguante y se canse menos. De todas formas, es conveniente la realización de períodos frecuentes de reposo.


Tomado de: E.Cyrus Barker, 2009. Otenida el 13 de abril de 2010 de
http://geriatriatfusp.blogspot.com/2009/05/parkinson.html

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